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10 consejos para controlar tu azúcar en verano

¿Sabías que el calor puede influir directamente en tus niveles de glucosa?

Cuando suben las temperaturas, el cuerpo humano activa múltiples mecanismos para mantenerse fresco. Esto incluye la sudoración, la vasodilatación y un mayor gasto energético para regular la temperatura interna. Pero estas adaptaciones tienen un efecto directo sobre los niveles de glucosa en sangre.

Según Making Diabetes Easier (Sanofi, s. f.), el calor puede favorecer tanto hipoglucemias como hiperglucemias, dependiendo de factores como la actividad física, la alimentación y el nivel de hidratación. Por ejemplo, una mayor vasodilatación puede acelerar la absorción de glucosa, lo que en algunas personas podría causar descensos bruscos de energía. Por otro lado, cuando el cuerpo se deshidrata, algo común en verano, la concentración de glucosa en sangre puede aumentar temporalmente.

Además, el ejercicio bajo altas temperaturas implica un uso más rápido de las reservas de glucosa del cuerpo, lo cual representa un riesgo si no se acompaña de una alimentación e hidratación adecuadas. Como señala DBL Diabetes (s. f.), los deportistas y personas activas pueden experimentar oscilaciones energéticas importantes si no adaptan su rutina a las condiciones térmicas del entorno.

Por eso, mantener la glucosa estable durante el verano no es solo una cuestión personas con problemas metabólicos, sino de bienestar integral. A continuación, te damos unas claves para lograrlo.

10 consejos para mantener tu glucosa baj​o control este verano


1. Hidrátate de forma constante, no solo cuando tengas sed

La deshidratación disminuye el volumen de líquido en la sangre, lo que puede elevar transitoriamente la concentración de glucosa en sangre. Bebe agua con frecuencia, incluso sin sed, y evita bebidas azucaradas o alcohólicas que pueden deshidratar más.

2. Evita el ejercicio físico entre las hora centrales del día

Durante ese período, la temperatura ambiental es más alta y el esfuerzo metabólico es mayor. Practicar deporte en ese intervalo favorece el agotamiento de glucosa. Mejor haz ejercicio temprano por la mañana o al atardecer, cuando hayan bajado las temperaturas.

3. Lleva siempre contigo una fuente de energía rápida

Frutas deshidratadas, zumos naturales o barritas de cereales pueden ayudarte a responder rápidamente ante un bajón de energía, sobre todo si estás activo o al aire libre.

4. Planifica las comidas si estás viajando

Los cambios de horario, vuelos, excursiones o comidas fuera pueden alterar tus hábitos. Lleva snacks saludables contigo y prioriza alimentos ricos en fibra y bajo índice glucémico.

5. Usa ropa transpirable y ligera

El cuerpo necesita menos esfuerzo para mantenerse fresco si la ropa favorece la ventilación. Esto ayuda a evitar un gasto energético excesivo, lo cual contribuye al equilibrio metabólico.

6. Revisa el estado y almacenamiento de tus suplementos o dispositivos

Los suplementos nutricionales y dispositivos electrónicos (como medidores de glucosa) pueden perder efectividad si se exponen a temperaturas superiores a los 30 °C. Guárdalos en lugares frescos o usa bolsas térmicas.

7. Mantén una rutina de sueño regular

El sueño insuficiente puede alterar la regulación hormonal de la glucosa y aumentar el riesgo de desequilibrios metabólicos. Intenta dormir al menos 7 horas por noche, incluso si estás de vacaciones.

8. No ignores señales de alerta como cansancio o visión borrosa. 

Podrían ser síntomas de un desequilibrio glucémico, aunque no tengas antecedentes. Detente, hidrátate y consume algo si sientes alguno de estos signos.

9. Revisa tus niveles con más frecuencia.

Los valores pueden fluctuar más con el calor, especialmente tras ejercicio o exposición al sol. Si utilizas sensores o glucómetros, realiza comprobaciones más frecuentes. Con GLUCUBE, te ayudamos a controlar tu glucosa dónde quieras y cuándo quieras, aumentando la frecuencia de tus mediciones. Más datos, más prevención.

10. Consulta con un profesional.

Ante cualquier preocupación o cambio que vayas a hacer como cambios en tu dieta, tu nivel de actividad física o viajas a un clima más cálido, consulta con un médico o nutricionista.


Aplicar estos consejos te ayudará a mantener tus niveles estables, prevenir bajones de energía y sentirte mejor en tu día a día, sin importar la temperatura exterior.

En definitiva, el verano es una época para disfrutar, pero no podemos permitirnos descuidar nuestra salud. El calor puede desestabilizar la glucosa tanto por deshidratación como por una mayor demanda energética. Las personas activas, deportistas o quienes pasan mucho tiempo al aire libre deben estar especialmente atentos.



Referencias

Almidón resistente: tu gran aliado para controlar los picos de glucosa.